Muy dura. Nada más levantarnos, hemos tenido que buscar algún bar para desayunar. Hemos encontrado una crepería regentada por una alemana, que nos ha servido unas creps y unos zumos naturales buenísimos. Hemos dejado a Juan Carlos recogiendo el equipaje y hemos iniciado nuestra ruta. La salida de Zarautz es por una dura subida, que raro.
Que aún se complica más al convertirse en una larga rampa empedrada. Intentamos llegar a la parte superior sin conseguirlo, por lo que decidimos bajar a la carretera y dirigirnos a Guetaria por el interior. Como no puede ser de otra forma, debemos subir un pequeño puerto de 200 m. de altitud que ya nos machaca un poco. Por lo menos las vistas son buenas.
Bajamos a Guetaria en fuerte y rápido descenso. En previsión de lo que nos espera, decidimos no visitar el pueblo, ya que los tres lo conocemos. Como no puede ser de otra forma, salimos por una dura subida que acaba en otra rampa empedrada, más corta que la de Zarautz. Quim y Jordi ni lo intentan, yo consigo subirla pero acabo fundido.
El Camino desciende por un tramo empedrado, ciclable, pero luego asciende por un pedregal que obliga a echar el pie a tierra, para acabar en una dura rampa que nos deja en la carretera de Askizu. Cuando empieza a subir la abandonamos por una atajo llano, que nos hace temer lo peor. Los temores se confirman, rampa infernal al 20 % durante casi 200 m. Nos vuelve a dejar fritos.
Hasta Zumaya el recorrido es mucho mas agradable
En Zumaya almorzamos al solecito. Se agradece. Como no, salimos en ascenso. Al llegar a la parte alta nuevo tramo inciclable por el desnivel y las piedras. Esta va a ser la tónica, además de gran cantidad de barro, hasta que decidimos coger la carretera un poco antes de Itziar. Muuucho barro
Comemos en el restaurante Urgani, cerca de la estación. El dueño nos deja guardar las bicis en el almacén, es un crack promocionando su restaurante. La verdad es que la comida está genial, y el precio por las nubes como la comida
Tras la comilona salimos de Deba y comienza el infierno, un camino prácticamente todo imposible de ciclar por las duras pendientes, o por las piedras, o por el barro o por todo junto. Es agotador física y psíquicamente. Al llegar a la carretera de Motrico, decidimos poner fin a ese sufrimiento. Han sido casi dos horas.
Bajamos a Motrico por carretera, estamos a poco más de 5 km de Deba. Penoso. Desde aquí por carretera a Ondarroa
Y después todo por carretera hasta Marquina. No tenemos más ganas de aventuras y continuamos por carretera hasta Guernica. Sabemos por las guías, que aquí los caminos están igual. A la salida de Marquina, lavamos las bicis en una gasolinera, y tras Bolívar iniciamos un largo ascenso de un puerto de 365 m. que nos parece el Tormalet, sin superar el 5% de desnivel. Las fuerzas están muy justitas
Llegamos a Guernica bastante hechos polvo. Allí nos espera Juan Carlos. Genial, dos habitaciones en la pensión Akelarre, y restaurante localizado. Ducha, cena mientras comentamos la dura jornada, llamada a la familia y a dormir.