Ya ha pasado más de un año desde que inicié este blog, con la intención de que las familias y los amigos de los que íbamos a hacer el Camino de Santiago pudieran ir siguiendo nuestras andanzas.
En aquellos momentos no me podía ni imaginar que al cabo de un año volvería a estar preparando otro Camino, el segundo, también desde Sant Joan Despí, pero esta vez en lugar de ir por Huesca, iremos por Lérida y Zaragoza, donde enlazaremos con el Camino de Santiago Castellano-Aragonés por Soria y Burgos.
Este año no me acompañarán físicamente mis dos amigos Fede y Jordi, pero como no, yo los llevaré conmigo y se que ellos estarán ahí. Sin duda será una sensación rara, espero que hagamos alguno más,
Mi compañero, este año, también se llama Jordi. Somos amigos desde hace casi 25 años. Nos conocimos en el trabajo, y nos unió nuestra afición al fútbol y al 4x4. Nuestra relación se hizo extensiva a nuestras familias; nos han venido a ver a Menorca, hemos compartido las vacaciones, el crecimiento de nuestro hijos, la boda de alguno de ellos, y pronto los nietos, espero que solo por su parte, de momento.
Quedan 19 días para iniciarlo. Será un Camino diferente, pero como siempre especial. Durante 15 días volveré a estar lejos de casa y de las personas que hacen que este Camino y el de la Vida, tengan sentido: Mayte y mis hijos Blanca y Álvaro. Como no, el Camino va dedicado a ellos, por entender mi locura un año más, sobre todo a Mayte por no poner ningún pero, y animarme a hacerlo.
También va dedicado especialmente a mis padres, por su sacrificio durante tantos años, por trasmitirnos valores como la honestidad, la integridad, etc, y por estar siempre ahí. Ahora les tocará sufrir un año más
El Camino también va dedicado a mis cinco sobrinos, Paula, Iago, Carlota, Alexandra y Daniel, de todos llevaré una piedra que dejaré en Foncebadón. A todos los llevaré conmigo, en el caso de Iago, espero que en un par de años, cuando tenga 14, pueda acompañarme, como tanto desea. Mientras tendrá que conformarse con leer las correrías de su tío.
En el caso de Alexandra y Daniel, la dedicatoria será un poco especial. El año pasado fue dedicado especialmente a Daniel, ya que nada más nacer estuvo un mes ingresado en el hospital. Afortunadamente, Daniel se desarrolla con normalidad, y todo ha quedado en un mal trago, por lo que, por si acaso, le daremos las Gracias este año al Santo. Espero que tenga la misma influencia en Alexandra, que también ha tenido sus problemas al nacer en Octubre del año pasado, y que cuando deje su piedra en Foncebadón, se queden allí todos los problemas que ha tenido y que siga creciendo tan risueña como hasta ahora. También le daremos las Gracias a Santiago, por si acaso.
Bueno, los siguientes pasos serán buscar la credencial, terminar de preparar la bici y reservar la primera noche en Jorba, como el año pasado, a ver si esta vez podemos probar la cocina del Mosen.
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