Último día. Me levanto con ganas de acabar veste Camino. No tengo sentimientos encontrados de que pena porque se acaba y de alegría por conseguirlo. En mi caso loque tengo es ilusión por llegar después de 15 días pedaleando o empujando la bici.
Tras desayunar recojo el equipaje y dejo las alforjas en la recepción del hostal. El día está con niebla y fresquito.
Empiezo a pedalear y obviamente en subida para salir del curso del Ulla. Recuerdo cuando hace dos años hicimos este recorrido después de salir de Silleda y con alforjas. Fue muy duro.
Hoy en cambio los km pasan bastante rápido. Tras la primera y larga subida empieza a orvallar. Los caminos mantienen la misma tónica de todos los días
Hoy encuentro además un curioso manantial.
Siguen los km con las duras subidas que recordaba, y llueve con más intensidad, para variar. Faltan 9 km.
Por fin a la entrada de Santiago veo las Torres de la Catedral.
Tras una rampa durísima por Santiago me acerco a la catedral. Ha parado de llover. Siempre es un sentimiento emocionante, está vez extraño porque por primera vez llego solo. Durante un par de minutos disfruto del momento y después por el grupo de WhatsApp de la familia hablo con Mayte y Álvaro y más tarde con Blanca que estaba trabajando. Consigo hacerlo con tranquilidad y recibir sus felicitaciones sin emocionarme.
Tras hablar también con una parte del grupo del club ciclista que me ha seguido he ido a por la Compostela he recogido el coche y he vuelto a Escairon a pasar el día con mis primos. Un camino más, y un camino diferente.





