Por fin ha llegado el día. Tras comprobar que las alforjas estaban perfectamente hechas, he ido a la Estación de Sants a recoger la furgoneta que habíamos reservado. Tras una pequeña espera, mientras en el WhatsApp Jordi y Quim me transmitían sus nervios y ansiedad, me la han entregado
He ido a buscar a Quim y su bici, y nos hemos despedido de Sergi, su hijo, que me ha encargado que cuide a su padre y que vuelva entero. Lo haremos, nos cuidaremos todos. Cuando íbamos a buscar a Juan Carlos, nuestro retornador del coche de alquiler, es una escusa para venirse con nosotros, hemos tenido que pararnos a atender a un accidentado de moto. Nuestra condición de médicos nos obliga más que al resto. El chico estaba bien pero tenia una falta de memoria por el traumatismo. Hemos esperado hasta que ha llegado la ambulancia y lo ha trasladado al hospital. Supongo que se repondrá sin problemas.
Tras recoger a Juan Carlos hemos pasado por Rubí a por Jordi, y por fin, hemos iniciado el Camino. Casi a las dos de la tarde.
Hemos parado a comer en Jorba, en casa Martí, bien pero un poco caro, además cobra lo que quiere ya que no hay carta ni te da factura.
Tras esta pequeña comida nos hemos puesto rumbo a Roncesvalles, dónde hemos llegado a las 20.30 sin incidencias, salvo que lloviznaba. Hemos intentado pactar con los hospitaleros del albergue para dejar las alforjas y recogerlas al día siguiente al subir de SJPDP, pero ha sido imposible entendemos con ellos. Eran alemanes y no entendían nada. Al final hemos decidido que Juan Carlos nos espere en Roncesvalles con las alforjas.
Hemos bajado a Valcarlos, y nos han recibido en el Hostal Rural Etxezuria de maravilla. Precioso, excelente trato y 45€ la habitación doble.
Tras instalarnos, cena en el restaurante Benta Azquena, excelente cena por 60€ los cuatro.
Y ahora a dormir. Mañana nos espera el duro ascenso de los Pirineos
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