Día 3 de mayo. Etapa de 55 km y 1.113 m. de desnivel. Etapa muy dura porque hemos querido.
Hemos dormido y desayunado en el Hostal Carlos Quinto. Perfecta la habitación de 4, el trato y el fenomenal desayuno.
Cuándo el Camino se acerca a la carretera Francesc ve que ha pinchado, en realidad debía de haber pinchado ayer, ya que antes de salir ha detectado que la rueda de atrás estaba floja y la ha hinchado. Tercer pinchazo de Francesc, empatado con Gabriel.
Aquí Francésc ha decidido que seguía por carretera y que nos esperaba en el siguiente cruce de carretera y Camino. Los demás seguimos por el Camino. Sigue por un entorno precioso pero ya empiezan las subidas duras y algunas con empujing
Llegamos al primer crucero
Continuamos subiendo por el camino hasta encontrarnos con Francesc que nos está esperando.
Hemos reanudado todos juntos la marcha y a los pocos metros, el camino cortado por obras. Nos desvían a la carretera. Nos extraña porque las obras del AVE hace tiempo que han finalizado.
Seguimos la carretera y Gabriel y yo decimos tomar una pista que se dirige hacia el track que llevamos. Al principio vamos temiéndonos que este cortado y tengamos que volver. El recorrido tiene poco desnivel en su mayoría ciclable y con algunos tramos técnicos o encharcados que nos obligan al empujing. El entorno es espectacular.
El recorrido acaba en una rampa de cemento al 11% de un km de longitud
Seguimos subiendo ahora por la primera carretera antigua y tras dos repechones mortales en los que yo hago empujing llegamos al cruce con la segunda carretera, donde nos esperan los Ciscus
Al puerto aún le quedan unos metros de duro ascenso
Tras llegar al alto descendemos hacia Lubián, Al inicio por la carretera antigua, pasando por Acivero
Seguimos acercándonos a Lubián en bajada pero con algunas rampas
En Lubián comemos de maravilla e intentamos buscar alojamiento en A Gudiña. Imposible, dos hoteles cerrados y tres llenos. Increíble. Nos reservan habitaciones a 6 km. Cuando emprendemos la marcha empieza a llover un poco. Francesc decide ir por carretera y nosotros seguir el trazado del Camino. Gran error.
El ascenso a la Canda es no ciclable en el 90 %, por el desnivel, porque coincide con cauces de agua, porque hay auténticos pedregales. Es bonito, si, pero no se puede hacer con una bici con alforjas y solo gente preparada, sin ellas. Son 3.5 km empujando la bici. Ha sido mortal. Os dejo las fotos.
Hemos descendido por un entorno agradable pensando que lo peor había pasado. Francesc nos ha llamado. Esta en el albergue de A Gudiña y había sitio. Mejor que irnos a 6 km fuera de la ruta.
No iba ser tan fácil. Otra vez nos hemos metido en una montaña que durante 5 km nos ha obligado a subir peñascos en muchas ocasiones bajándonos de la bici, sobre todo Ciscu y yo. El cielo amenazado lluvia y cada vez más frío
Finalmente hemos llegado al albergue donde nos esperaba Francesc, cansados y helados de frío. A 13 grados según el Garmin. Justo llegar tormentón. Por lo menos de eso nos hemos librado.
Ducha, cena en el bar de al lado y rápido al albergue. A las 22 se cierra.
¡Ya solo quedan tres etapas!
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