Etapa 12. A Gudiña - Orense

4 de mayo. Etapa 92.5 km y 1265 m de desnivel. Etapa pasada por agua y frío

Hemos dormido en el albergue de peregrinos, solo nos han dejado sábanas, por lo que hemos dormido semivestidos y fresquitos. Tras desayunar en el mismo bar que cenamos, nos ponemos en marcha

En A Gudiña tenemos dos opciones del Camino, por Verín o por Laza. Elegimos por Laza.

Al inicio tiene un perfil ascendente. Vamos alternando el trazado del Camino con la carretera evitando desvíos con repechones sin sentido hasta ver el embalse de As Portas

Seguimos hasta la larga bajada por pista asfaltada que nos deja en Campobecerros. Caen las primeras gotas y además llegamos helados. Allí encontramos un bar tienda peculiar. Charlamos con la dueña y nos tomamos unos colacaos calentitos con magdalenas y galletas. Esperamos para salir a que pare la primera tromba de agua del día.

Salimos y sellamos en el Albergue y nos hacemos unas fotos con el pilinqueiro

Ya llevamos los chubasqueros puestos, ya que no parará de llover prácticamente en toda la mañana. Decidimos hacer el recorrido por pistas asfaltadas o carreteras locales la mayoría del día. Seguimos avanzando hasta el bajadón impresionante hasta Laza. Llegamos helados y mojados, aunque la bajada la hemos hecho sin que lloviera.

En Laza paramos a comer unos bocatas y coincidimos con otro bicigrino alemán que ya hemos visto en varias ocasiones desde Zamora y después llega una pareja de ingleses en bici con los que coincidimos ayer y en el albergue. Llegan empapados.

Desde Laza nos dirigimos al ascenso largo y duro del puerto de Alberguería. Lo haremos cada uno a nuestro ritmo y a ratos lloviendo por carretera. Obviamos el trazado por caminos. El día y los ánimos no acompañan.

Llegamos a Alberguería, casi desértico, y el famoso Albergue de las conchas está cerrado. Son las tres de la tarde y cierra a las dos. No podemos comer. No hay nada más.

Bajando a Vilar de Barrio encontramos el primer hórreo.

En Vilar de Barrio, a pesar de la hora, nos dan de comer, unas ensaladas y unas chuletas de cerdo buenísimas y el trato del dueño espectacular. No como en muchos sitios de Zamora y Salamanca donde parecía que nos hacían un favor al servirnos.

Decidimos ir a Orense por pistas sin seguir exactamente el Camino. A pesar de todo, el paisaje es espectacular

Hacemos pocas fotos a pesar de que ya no llueve porque es tarde y queremos llegar al hotel que hemos reservado. 

A las 8 llegamos. Nos duchamos y paseo por Orense.

Ambientazo en Orense. Cena al lado del hotel con productos de la zona: Pulpo, pimientos de Padrón, picaban casi todos, xouvas y cocido gallego. Espectacular.

Nuevo mini paseo para bajar algo la comida y a dormir.