jueves, 11 de mayo de 2023

Etapa 14. Silleda - Santiago de Compostela

Ultima etapa, 6 de mayo. 41 km. 750 m de desnivel. Parece que Santiago nunca llega

Tras la buena cena de ayer, desayunamos en el hotel donde hemos dormido y nos disponemos a salir. Hace fresquito y está lloviendo. Francesc decide que empezará por carretera, los demás decidimos intentar hacer la última etapa íntegramente por el Camino



La primera mitad de la etapa hasta llegar al puente del río Ulla es principalmente descendente, y aunque al inicio orvalla, como se dice por estas tierras, avanzamos rápidamente.






Cerca de Dornelas, nos encontramos con Francesc, que nos espera para acompañarnos. Ahora seguimos los cuatro juntos. La verdad es que las ganas de llegar hace que hagamos pocas fotos.






Llegamos a la bajada al puente del río Ulloa, es una bajada por carretera local asfaltada, mojada por la lluvia reciente y con gravilla. Bajamos con cuidado, yo bajo el último, ya que hemos parado antes de iniciarla. 

A mitad del descenso en una curva cerrada a la izquierda, me encuentro a Francesc en el lado derecho de la carretera, sentado en el suelo, al lado de un peregrino. Al llegar a su lado me confirma que se ha caído. Aún conmocionado por el golpe, le pregunto si tiene algún dolor importante y le cuesta responderme. Unos metros más abajo, antes de la siguiente curva han parado Ciscu y Gabriel, que están empezando a subir, ya que se han dado cuenta de la caída de Francesc. Poco a poco se recupera y me comenta que se ha golpeado el pecho y la cara, parece que en el tórax tiene una contusión pero respira con normalidad y le miro el mentón, y tiene una herida que precisará suturar. A pesar de todo sigue conmocionado y permanece sentado en el suelo. Me comenta que el peregrino que está con nosotros  se había caído delante de él en la misma curva. 

Me comenta Francesc que unos metros antes de la curva la bici se le ha empezado a mover sin saber porque, ya que no iba rápido. Cuando Gabriel revisa la bici ve que la rueda posterior está pinchada, posiblemente esta es la causa de la caia. En ese momento llegan dos peregrinos españoles con los que habíamos estado hablando, y nos ofrecen su ayuda. Nos dan esparadrapo que utilizo, tras lavar la herida, para taparla hasta que lleguemos a Santiago.

Mientras parchamos la rueda en la misma cuerva, otro peregrino que bajaba se cae en el mismo sitio, afortunadamente sin hacerse daño.


Continuamos el descenso sin más incidencias hasta el puente del río Ulla.


En A Ponte Ulla paramos a comer un bocata, y aprovechamos para buscar alojamiento y alquilar el coche de vuelta. El alojamiento nos cuesta un poco y la dueña, encantadora, nos ayuda buscando alojamiento por booking. Al final solucionamos los dos problemas


Francesc nos dice que el irá por carretera, para encontrarnos a la entrada de Santiago. Los siguientes 6 km son de subida, para salir de la vega del río con algunas rampas durísimas, como siempre por estos lares. A continuación viene una largo tramo de subidas y bajadas que nos machaca bastante, hasta llegar a Piñeiro



A partir de aquí empieza un tramo hasta llegar a Santiago en el que predomina el perfil ascendente, y llegamos al mojón de 10 km. 


Los últimos km son un continuo sube y baja con rampas del 10 y hasta 18 %. Estamos a 3 km. y no vemos Santiago, es muy machacante. Gabriel va jurando en hebreo y preparando la retahíla de recriminaciones que le va a hacer al Santo por tener este Camino. Tras un subidón importante llegamos a Angrois, la famosa curva del AVE, donde nos espera Franscesc.




Todos juntos nos dirigimos a Santiago, faltan 1.5 km y aun no vemos las torres. Tras otra dura subida, por fin aparecen


Finalmente llegamos a Santiago y a la Plaza do Obradoiro.














¡¡POR FIN!!. Ha sido un duro Camino, como siempre emocionante cuando llegas. Evidentemente nos abrazamos y nos felicitamos por haberlo conseguido, cada uno con sus sensaciones personales. En mi caso el recuerdo es a  Mayte, Álvaro y Blanca, a mis padres, con 87 y 88 años, con sus achaques, sobre todo mi padre, dos días antes me avisaron mientras pedaleaba cerca de Cea, de que estaba ingresado en el Hospital con una neumonía, afortunadamente ya está en casa. También me acuerdo de mi hermana Silvia y de mis cuñados Nuria y Loren, apoyándome todos estos días. Nos acordamos también de las 40 personas que nos han acompañado en el Grupo de Whatsapp Camino 23, y de todas las que nos acompañado en nuestros grupos de amigos, en mi caso mi grupo Vells Amics.

Francesc quiere ir rápido al hospital para que le curen la herida y porque el dolor torácico le ha aumentado. Dejamos las bicis a cargo de Gabriel y Ciscu y nos vamos al Hospital Clínico. Mientras lo visitan y le suturan la herida, nuestros compañeros comen y visitan a Santiago.








Tras la cura volvemos a la Plaza del Obradoiro, sellamos la Credencial y obtenemos la Compostela. En la misma calle depositamos las bicis para que nos las retornen a Barcelona. Después de 14 días sobre ellas y empujándolas, nos despedimos de ellas, no sin cierta alegría, mañana no hay que pedalear.

Vamos al hotel, nos duchamos y Francesc y yo vamos en taxi al aeropuerto para recoger el coche que nos servirá para volver a Barcelona. Al llegar, problema, mi carnet de conducir está caducado y no puedo conducir el coche. Al final lo arreglamos poniendo a Francesc y Gabriel como conductores. Volvemos al hotel y recogemos a nuestros compañeros para volver al centro de Santiago.

Damos un paseo, realizamos compras y nos tomamos un pincho de tortilla antes de cenar, disfrutamos de Santiago, por fin...


Cenamos con pulpo, chuleta de vaca de la tierra y postres, todo regado con un vino de la tierra.





Tras la cena nuevo paseo por Santiago y nos tomamos unas copas, antes de ir a ver a Las Marías, a petición de Ciscu. La estatuas de Las Marías está en el parque de la Alameda y es un homenaje a dos hermanas que desde los años 50 hasta los 70 se paseaban a las dos de la tarde por el casco viejo de Santiago, supermaquilladas y con colores extremos en la ropa. Eran hijas de un zapatero republicano, encerrado veinte años por la dictadura franquista. Ellas sobrevivieron en la pobreza con la ayuda discreta de los vecinos y de esta forman parece que manifestaban su oposición al régimen y ligaban con los estudiantes que a las dos iban a comer a casa.






Tras este paseo, volvemos al hotel, mañana madrugamos para volver a casa. A qui termina mi quinto Camino a Santiago. Mañana vuelta a Casa y epílogo




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