Por fin la última etapa. Éste año las fuerzas están muy justas y tenemos ganas de llegar. Recogemos nuestros bártulos y nuestras monturas y tras pagar abandonamos el hotel Carlos 96. Buenas instalaciones y excelente trato.
Iniciamos la etapa subiendo, como no, al centro del pueblo, donde está la Pensión A Berenguela, con su churrería, donde nos habíamos alojado en años anteriores, para desayunar allí su chocolate con churros.
Salimos de Melide en una fría y nublada mañana, por la fuerte subida al cementerio y luego bajamos a la Iglesia de Santa Maria, románica. Proseguimos hasta llegar al regato de San Lázaro, ocupado prácticamente en su totalidad por lo que parece un equipo de grabación de una película, dificultando el paso.
Continuamos por una de las partes más bonitas del Camino, acompañados por gran cantidad de peregrinos, lo que en ocasiones enlentece la marcha.
Llegamos a Arzúa y paramos a reponer fuerzas en el Albergue Utreia. Tras reponernos, Quim y yo con algo caliente y Jordi con un bocata, reiniciamos la marcha, con más frío si cabe y lloviendo. Decido ponerme la chaqueta por debajo del chubasquero, mis compañeros ya la llevan, no me sobrará en lo que queda de recorrido.
Salimos de Arzúa en descenso y vamos pasando aldeas, bosques y peregrinos, muchos peregrinos. Este año, sin alforjas hacemos el recorrido mucho más rápido y con bastante menos esfuerzo, a pesar de alguna dura rampa, en la primera de las cuales coincidimos con 5 bicigrinos zaragozanos que están realizando el Camino desde Gijón. Son jóvenes, con aspecto de deportistas y también lo realizan sin alforjas, y coinciden que hay muchos tramos de empujing
Subimos las duras rampas de Lavacolla y las dos que siguen para subir al Monte do Gozo, una con un desnivel del 20 %, y las otras dos del 15, ahora ya con menos peregrinos, y justo antes de la última subida en un nuevo restaurante paramos a comer. Son casi las tres de la tarde, hemos llegado mucho antes de lo pensado.
Tras la comida y ya chispeando nuevamente, subimos al Monte do Gozo y a toda velocidad nos hacemos las fotos y Quim deposita una piedra que traía en honor a su nieta, Enara, y la que está por llegar Anna. Casi estamos en Santiago.
Campo a través nos dirigimos a las esculturas de los dos peregrinos, donde repetimos la operación.
Bajamos a Santiago, lloviendo, y en el cartel de entrada un grupo de jóvenes peregrinas se ofrecen a hacernos la foto a cambio de que se la hagamos a ellas.
Reiniciamos la marcha hasta llegar a la Catedral. Por fin. Nos felicitamos, nos abrazamos, empezamos a hacer las fotos y a ponerlas en los foros de WhatsApp. En ese momento aluvión de felicitaciones de todos los que nos habéis seguido. Muchas gracias por habernos seguido, parece un tópico pero no lo es: saber que nuestra familia, nuestros amigos, los compañeros de trabajo, los de Vells Amics, los de mi Club Ciclista CCSJD, nos habéis seguido, nos ha ayudado a superar esas duras rampas, los días de lluvia, toda la primera semana, etc.
A Santiago hemos llegado cuatro amigos: Quim, Jordi, Juan Carlos, y yo. Juan Carlos nuestro "Team Manager" también ha llegado a Santiago, aunque físicamente volvió a Barcelona hace una semana. Ha llegado a Santiago porque nosotros tres lo hemos tenido en mente todos los días, tanto que pedíamos mesa para cuatro, incluso hoy, pero sobre todo, por su apoyo presencial la primera semana y por el WhatsApp la segunda. Suyo es el mérito de que hallamos llegado un día antes de lo previsto, haciéndonos alargar un poco cada etapa en las jornadas menos duras. Por eso, este Camino es de los cuatro.
Pero éste CAMINO si es para alguien, es para LEO, el nieto de Jordi, esa fuerza que él le ha dado durante estos 14 dias a su "avi", se la queremos devolver los cuatro. LEO este CAMINO es tuyo, esperamos que alguna vez lo hagas y lo disfrutes como nosotros .
Como siempre mi Camino es para Mayte, Blanca y Álvaro, sin ellos este Camino y el diario no tendrían sentido. Por vosotros
HASTA EL PRÓXIMO. BUEN CAMINO
HASTA EL PRÓXIMO. BUEN CAMINO