Tras prepararnos para salir, comprobamos que no llueve y que parece que hay sol. Vamos a desayunar al único bar del pueblo que hay abierto, y nos dice que no hay bocadillos ni pinchos. Tomamos un café con leche y un colacao y en marcha. Volvemos unos metros sobre nuestros pasos y ascendemos por unas interminables escaleras a una vía verde con panorámicas increíbles.
Vamos por este precioso recorrido hasta Otón. Justo al abandonar esta senda empieza a llover de forma intensa. Nos tememos otro día igual que los anteriores. No es así, al llegar a la cima del puerto para de llover. Antes, en una curva encontramos ésta imagen
Menudo susto se debieron pegar. Bajamos hasta Otañes cogiendo una nueva via verde. En la estación estamos a 6 grados centígrados. Hace un frio que pela
Menudo susto se debieron pegar. Bajamos hasta Otañes cogiendo una nueva via verde. En la estación estamos a 6 grados centígrados. Hace un frio que pela
Por un terreno muy cómodo, alternando caminos y carreteras locales llegamos a Castro Urdiales, donde nos encontramos con Juan Carlos. Por fin podemos coincidir y almorzar los cuatro. Las vistas de Castro son excepcionales.
Salimos de Castro con algún rampón considerable para poder cruzar la autopista. Llegamos a Cérdigo y a partir de aquí, volvemos a coger un sendero por la costa, al inicio difícil de ciclar y muy embarrado. Posteriormente mejora y llegamos a Islares.
Seguimos por la N-634, para abandonarla por una fuerte rampa y llegar a Nocina. Después el recorrido va por pistas y carreteras locales, hasta llegar a la Magdalena. Aquí encontramos un camino en duro ascenso embarrado por un bosque de eucaliptos. Intentamos encontrar una alternativa por carretera pero es imposible. No toca otra que empujar.
Los primeros 300 m son impracticables, luego mejora y la mayor parte del ascenso se puede ciclar pero esta muy embarrado y se hace muy duro. Cuando estamos en la cima Juan Carlos nos llama para ver como nos va, y preguntarnos cuando comemos. Son las 14 h, y creemos que en una hora llegaremos. Descendemos a Liendo y comprobamos que no todo es bajada hasta Laredo.
De entrada, subidón largo y duro para llegar a la carretera nacional, que continúa subiendo. Posteriormente, casi en la cima, la abandonamos por una pista local en pronunciada bajada, que nos hace temer lo peor. Nuestros temores se confirman, rampa criminal de 200 m., con desnivel, en algún punto superior al 25 %. Este proceso se repite dos veces más. Sencillamente, este tramo nos deja muertos. Llegamos a Laredo a las 15.30, muertos. Juan Carlos nos está esperando y con el restaurante localizado.
Jordi está cojo por un tirón en un gemelo, mi empeño en subir todas las rampas sobre la bici me pasa factura, estoy hecho polvo, el estómago fatal, Quim también esta agotado, imagen patética, que mejorará tras el descanso, la comida y un poco de doping farmacéutico.
Renqueantes, reanudamos la marcha pasadas las 17 h. El recorrido es más bondadoso con nosotros y salvo tres duras subidas, no hay mas contratiempos y llegamos a Santoña, Ahora el problema es mi bici, la cadena hace un ruido continuo, parece que roza con el desviador, posiblemente porque 3 piñones están flojos
Tras engrasarla, suena menos, y conseguimos llegar a Noja, Allí, Juan Carlos, ha vuelto a encontrar un hotel perfecto. Lavamos las bicis, las dejamos a buen recaudo y, subimos a las habitaciones, como siempre con todo preparado por nuestro logista
Nos da tiempo de ducharnos y bajar a cenar, mientras, vemos el partido del Madrid. Dos merengues y dos culés, dos contentos y otros dos un poco menos.
Juan Carlos ya ha localizado una tienda de bicis y mañana a las 9.30, cuando abran, allí estaremos, A ver si hay suerte y no perdemos mucho tiempo,
Seguimos por la N-634, para abandonarla por una fuerte rampa y llegar a Nocina. Después el recorrido va por pistas y carreteras locales, hasta llegar a la Magdalena. Aquí encontramos un camino en duro ascenso embarrado por un bosque de eucaliptos. Intentamos encontrar una alternativa por carretera pero es imposible. No toca otra que empujar.
Los primeros 300 m son impracticables, luego mejora y la mayor parte del ascenso se puede ciclar pero esta muy embarrado y se hace muy duro. Cuando estamos en la cima Juan Carlos nos llama para ver como nos va, y preguntarnos cuando comemos. Son las 14 h, y creemos que en una hora llegaremos. Descendemos a Liendo y comprobamos que no todo es bajada hasta Laredo.
De entrada, subidón largo y duro para llegar a la carretera nacional, que continúa subiendo. Posteriormente, casi en la cima, la abandonamos por una pista local en pronunciada bajada, que nos hace temer lo peor. Nuestros temores se confirman, rampa criminal de 200 m., con desnivel, en algún punto superior al 25 %. Este proceso se repite dos veces más. Sencillamente, este tramo nos deja muertos. Llegamos a Laredo a las 15.30, muertos. Juan Carlos nos está esperando y con el restaurante localizado.
Jordi está cojo por un tirón en un gemelo, mi empeño en subir todas las rampas sobre la bici me pasa factura, estoy hecho polvo, el estómago fatal, Quim también esta agotado, imagen patética, que mejorará tras el descanso, la comida y un poco de doping farmacéutico.
Renqueantes, reanudamos la marcha pasadas las 17 h. El recorrido es más bondadoso con nosotros y salvo tres duras subidas, no hay mas contratiempos y llegamos a Santoña, Ahora el problema es mi bici, la cadena hace un ruido continuo, parece que roza con el desviador, posiblemente porque 3 piñones están flojos
Tras engrasarla, suena menos, y conseguimos llegar a Noja, Allí, Juan Carlos, ha vuelto a encontrar un hotel perfecto. Lavamos las bicis, las dejamos a buen recaudo y, subimos a las habitaciones, como siempre con todo preparado por nuestro logista
Nos da tiempo de ducharnos y bajar a cenar, mientras, vemos el partido del Madrid. Dos merengues y dos culés, dos contentos y otros dos un poco menos.
Juan Carlos ya ha localizado una tienda de bicis y mañana a las 9.30, cuando abran, allí estaremos, A ver si hay suerte y no perdemos mucho tiempo,
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