jueves, 26 de septiembre de 2019

Etapa 5 Gallur - Calahorra

Etapa  5. 25-9-2019. Gallur  - Calahorra. 89 km. 210 m. de desnivel.

El albergue de Gallur realmente vale la pena. Excelente trato por parte de los hospitaleros, pero es imposible dormir de un tirón, la estación sigue operativa y es un continuo paso de trenes que con el ruido que hacen y sus bocinas impiden un descanso adecuado. 

Tras desayunar reiniciamos la marcha con mis nuevos cuatro compañeros: Jesús, Enrique, Paco y José. Todo el recorrido es por pistas en buen estado con un perfil ligeramente ascendente



Hasta El Brocal, prácticamente todo el Camino es al lado del Canal de Aragón.



Seguimos a buen ritmo, el suyo es un poco más alto que el mío. Entramos en la finca de El Brocal, que es propiedad de la Compañía Hidrográfica del Ebro y uno de los trabajadores nos da una explicación de la historia del canal y de la finca. Nos damos una vuelta por ella y nos encontramos este magnífico roble.



Aquí es donde se origina el Canal. 


Estamos cerca de Tudela, llegamos en un momento y en la plaza de los Fueros nos rehabituallamos.


Salimos de Tudela y el tramo hasta Castejón nos machaca bastante, tramo en ascenso sobre camino de gravilla o piedras sueltas, recto y pegado a la vía del tren. Nuestra llegada a Castejón a las 14.30,  coincide con la salida del cole. Un grupo de chicos, casi todos de origen  magrebí, se detienen a hablar con nosotros. Nos preguntan de donde venimos, a donde vamos. Les llama la atención las dos bicis eléctricas, etc. Nuestro aspecto debe ser un poco penoso, ya que uno de ellos, que ha nacido en Lleida, y habla catalán, nos ofrece cualquier cosa que nos haga falta de su casa. Realmente alucinante y conmovedor.

Seguimos nuestra ruta por caminos de similares características y llegamos a Alfaro. Paramos a tomar  unas coca colas y al cabo de un  rato llega un grupo de cinco ciclistas. Les preguntamos a donde van y nos  comentan que a Zaragoza, al revés que nosotros. Después de las coca colas y de comer un par de manzanas, que Enrique ha cogido del suelo en una finca, por cierto muy buenas, reiniciamos el último tramo, 26 km pasando por Rincón de Soto, la mayoría por una carretera local, con el cierzo de cara.

Durante este trayecto se hace más evidente que su ritmo es superior al mío, pero me esperan y se turnan para acompañarme, sobre todo Jesús, que lleva una de las bicis eléctricas y se coloca delante mío cortándome el aire. Gran ayuda que me permite llegar a Calahorra, sin ellos habría sido mucho más  duro.


Llegamos al albergue tras una subida infernal, que Enrique decide hacer a pie, y que finaliza con un tramo de escaleras. Es la guinda que faltaba. La hospitalera es encantadora. Realizamos todos los trámites y tras la ducha y lavar la ropa nos vamos a cenar.

Lo hacemos en uno de los sitios que nos ha recomendado la hospitalera y es todo un acierto. Es un bar de pinchos y están buenísimos a un precio muy razonable. Decidimos quedarnos a ver el partido del Real Madrid, somos dos merengues, y mientras, caen unos buenísimos gin-tonics. Paco me ofrece la posibilidad de seguir con ellos el recorrido hasta Potes o el Canal de Castilla. Les digo que lo pensaré, es algo diferente y la compañía es realmente una maravilla. Es muy posible que no llegue a Santiago. 

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