Hemos salido del albergue y hemos buscado un bar para desayunar, ha costado, pero lo hemos conseguido.
Tras el desayuno hemos salido de Calahorra a buen ritmo, la mañana era fresca, las fuerzas estaban intactas y los caminos permitían avanzar bien. Tras Alcanadre primera ascensión dura, con rampas del 16%, nos han machacado un poco, además ya empezaba a hacer calor.
Hemos conseguido coronar la cima, con algún tramo de empujin para los dos Joses.
El descenso al inicio es difícil por el desnivel y la piedra suelta. Enrique y yo lo iniciamos aunque con un pie fuera de la cala. Después el terreno mejora y es un rápido descenso.
Seguimos avanzando hacia Arrubal, donde paramos a almorzar. Al principio la camarera es un poco seca y distante, pero bueno. Pedimos casi todos bocatas y unas bravas que nos traen por error, al pedir yo rabas y confundirlo la camarera. Todos dice que los bocatas están buenos, y hay que decir que las bravas también. Yo pido huevos con pechuga de pollo, y lo encuentro muy aceitoso, por lo que no los acabo, creo que luego lo pagaré.
Seguimos hacia Logroño, a bastante buen ritmo, a pesar de perder el trac en varias ocasiones. Pasamos por Agoncillo donde sellamos la credencial en el ayuntamiento, ubicado en el castillo.
Seguimos hacia Logroño, a bastante buen ritmo, a pesar de perder el trac en varias ocasiones. Pasamos por Agoncillo donde sellamos la credencial en el ayuntamiento, ubicado en el castillo.
Seguimos hasta Logroño, que está en fiestas, y donde pararemos a tonar una coca cola.
Les pido a mis compañeros que avancen ellos y que yo ya llegaré. Deciden partirse y Jesús y Enrique me acompañarán en una tarde penosa. Para hacer 26 km, en ligera subida, es cierto, hemos tardado más de 3 horas.
Al final con su ayuda y comiendo uvas de las viñas que voy encontrando consigo llegar. Tras la ducha y la cena parece que me he recuperado, pero no lo tengo claro. A ver que pasa mañana.
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