Etapa1. Sant Joan Despi - Jorba (21/9)

Etapa 1. 21-9-2018. Sant Joan Despí - Jorba. 77.24 km. Desnivel  1,020 m.

Primer día del Camino en soltario. Es una sensación diferente, con la duda presente sobre si aguantaré o no. La verdad es que me ha costado conciliar el sueño.

Tras desayunar repaso las alforjas para no dejarme nada. Hoy no las llevaré yo. Mayte y los chicos vendrán por la tarde a Jorba, a casa de Nuria y Loren.

Ya estoy listo. Espero no mojarme mucho aunque tengo pocas esperanzas. Nos despedimos y empiezo mi primer Camino en solitario.

Los primeros kilómetros son tranquilos, por el camino que transcurre por la orilla del río Llobregat. Es uno de los caminos que utilizo para entrenar. A los pocos kilómetros empieza a llover, lo que me obliga a ponerme el chubasquero. En El Papiol el camino que va más cerca del río está  cortado por  el riesgo de desborde, supongo, y tomo otra alternativa.

Al poco rato llego a la riera de Rubí que puedo cruzar sin problemas, totalmente seca. Era uno de los puntos donde tenía duda de como estaría. Finalmente llego a Martorell, al Pont del Diable.

Sigo con tranquilidad y sin mojarme hasta Abrera, donde paro a tomarme una barrita, delante de su iglesia románica.

Reinicio la marcha y sigo a un ritmo tranquilo, con buena temperatura y sin mojarme, hasta llegar a la carretera de Manresa, la cruzo y subo la Puda, primera dificultad del día. Han arreglado el camino y se sube mejor.  Llego a Monistrol y me preparo  para los 9 km. de ascensión hasta Montserrat.

Mientras hago los honores cae un chaparrón, ejemplo del que luego me caerá a mi. Cuando escampa inicio la subida. Este año la hago mejor que otras veces y no paro hasta la Font del Moro, después de 5 km., con muchos tramos entre el 7 y 9%. Mientras lleno el bote de agua se desata el diluvio. Una ciclista con bici de carretera, que se ha pasado a descansar, llama a su marido para que la venga a buscar. Aunque estoy debajo de los árboles empiezo a mojarme, por lo que decido reanudar la marcha. Llueve a cantaros y el agua cae por mis mangas como un grifo abierto. A los 10 minutos cesa el aguacero y llego a Montserrat bastante mojadito.

Pongo el  primer  sello en la credencial, hablo con Mayte y Blanca y para abajo, es un decir ya que hasta Can Massana es un rompepiernas por carretera. Solo vistas como las de San Benet amenizan el recorrido. 

Llego a Can Massana más rápido de lo que esperaba y me dirijo al Celler de la Guardia para comer. Son las tres de la tarde. Me preparan un mezcla del infantil y del de festivos, macarrones a la boloñesa y cordero a la brasa, ya que  al ver la concha en la bici me pregunta si estoy haciendo el Camino. Al final 12 € en lugar de los 22 del menú de festivo. Además me permiten recargar el Garmin. Muchas Gracias.

Sentada en frente mío tengo una chica joven con mochila, mientras entra en el restaurante me pide, en inglés, que le vigile la mochila. Lo primero que pienso es si será una peregrina, pero no lleva nada que  la identifique. 

Cuando bajo hacia Castellolí, la encuentro en un sendero. Le pregunto si esta haciendo el Camino y me dice que si. Primera  peregrina y primer  Buen Camino.

El Camino tiene un perfil descendente, con algún repechón. En la subida de la N II antes de Igualada, se desencadena otro tormentón, incluso con granizo, que me obliga a cobijarme en una gasolinera. Cuando cesa reanudo la marcha. En Igualada el Garmin empieza a dar los primeros problemas. Cruzo Igualada, el trozo final por las urbanizaciones es muy pesado, hasta llegar a la preciosa iglesia románica de Sant Jaume.

Ya solo queda un pequeño tramo hasta Jorba, y por fin, mojado tras 90 km., llego a Cal Peret Saboner, la casa y el alojamiento rural de mis cuñados Nuria y Loren y de sus hijos, Daniel y Hugo. Cuando llego ya me están esperando Mayte, Blanca y Álvaro. Son las 18h.

Baño relajante y masaje de mi fisio particular, Blanca, después nos vamos todos a cenar al Bon Área 

Tras la cena, Mayte y los chicos se vuelven a Sant Joan, y yo me quedo en Cal Peret Saboner,  escribiendo  esta crónica y descansando.

El Garmin duerme en arroz, ya que la pantalla está agrietada y parece que se ha  mojado  y no funciona. Si sigue así  navegaré con el móvil y Wikiloc

Gracias por seguirme a todos los que ya me habéis acompañado en esta primera etapa.